El terremoto que ha azotado recientemente México nos pone en alerta. El Perú comparte con el país norteamericano un lugar en el ‘Anillo de fuego’ del Pacífico, la región más sísmica del planeta. Más aún, nuestra capital Lima guarda un silencio sísmico de más de 200 años.
Ante este panorama, donde un gran terremoto es solo cuestión de tiempo, muchas personas se han interesado por buscar información sobre las zonas más vulnerables y las que ofrecen mayor seguridad en Lima ante un evento de gran magnitud.
Según el presidente del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, definir si una zona es segura o no ante un sismo depende de varios factores como la calidad del suelo (que en esta ciudad es inestable), el tipo de construcciones, la ubicación geológica y demás.
Así que, sabiendo dónde están los mejores y peores terrenos en la capital ¿dónde se ubicarán las construcciones más inseguras? Presta atención:
Por antigüedad: Se trata de distritos históricos con construcciones básicamente de adobe y quincha que incluso han sido declaradas patrimonio cultural. Sin embargo, muchas se encuentran en condiciones paupérrimas de conservación y aún así alojan a numerosas familias. Son un riesgo total.
- Rímac
- Centro de Lima
- Barrios Altos
- Callao (en algunos lugares)
Por ubicación geológica: Son zonas costeras que en principio fueron grandes terrenos baldíos o de cultivo. En otros casos, los terrenos están en lugares de riesgo (prohibidos) como ríos o laderas de cerros. Con los años, todos se fueron poblando de manera informal e indiscriminada.
Así se formaron distritos con construcciones que no ofrecen estabilidad y se encuentran en constante peligro ante cualquier desastre natural.
- San Juan de Lurigancho
- Villa El Salvador (la mayor parte)
- San Martín de Porres
- Lurín
En ambos casos, la informalidad ha originado una situación de peligro en la que solo queda aplicar las medidas elementales de prevención y, tras el desastre, corregir los errores. “Lamentablemente (…) todas las ciudades ya están constituidas, lo único que queda es ver que pasaría”, dice Tavera.