Un juez de España imputó un delito de maltrato animal a un hombre que, presuntamente, mató a un perro a patadas en una calle del centro de Santander.
Los hechos ocurrieron en abril de 2014. El acusado paseaba con su propio perro, cuando se produjo una pelea con otro animal que se encontraba en el exterior de un supermercado. Allí lo había dejado su dueño, sin atar, mientras realizaba unas compras.
El titular del juzgado de Instrucción número 4 de Santander considera que esa pelea es “normal y ordinaria” entre dos animales. Lo que estima totalmente desmedida es la reacción del imputado, que persiguió al perro y le propinó media docena de patatas, todas ellas en la zona abdominal, que terminaron por causarle la muerte.
Asimismo señaló que “no había necesidad alguna de actuar con esta agresividad”, por lo que el juez observa indicios racionales de criminalidad y le imputa un delito contra la protección de los animales. El perro fallecido, un pastor catalán de nombre Blas, estaba valorado en unos 1.500 euros.
