Una avalancha de lodo y piedras, provocado por las lluvias torrenciales de las últimas semanas, ha devastado esta mañana la plantación de té de Meeriyabedda, ubicada en la región central del país asiático.
El ministro de Gestión de Desastres, Mahinda Amaraweera, señaló que las cifras oficiales indican que el alud dejó 115 muertos, 300 desaparecidos y 140 casas destruidas, pero las cifras de la tragedia podría aumentar con el paso de las horas.
“No hay ninguna posibilidad de que hayan sobrevivido (…) Habíamos calculado que había unos 300 desaparecidos, pero la mayoría de ellos estaban trabajando o habían ido a clase”, declaró a la agencia AFP un miembro del equipo de rescate.
Las lluvias torrenciales también han anegado partes de varias autopistas nacionales, lo que dificulta las labores de rescate y la llegada de ayuda, consistente en medicina, alimentos y ropa de abrigo.
Los residentes habían sido advertidos en varias ocasiones de que debían evacuar la zona, pero no hicieron caso a la alerta debido a que en este lugar tienen todas sus pertenencias y trabajos.