Así lo dejó en claro esta mañana la mandataria carioca, en un mensaje dirigido a todo el país, en momentos en que los reclamos sociales amenazan con empañar la gran fiesta de inauguración del Mundial de Fútbol.
Dilma Rousseff fue tajante en su defensa de la Copa. Advirtió que su país venció los obstáculos y está preparado para el desafío de llevar adelante con orden y seguridad para todos uno de los certámenes más populares del mundo.
"Brasil está preparado para la Copa, dentro y fuera del campo, ser la sede es motivo de satisfacción y orgullo", afirmó la presidenta, al recordar que los ojos del mundo estarán "acompañando la mayor Copa de la historia".
La mandataria aseguró que las manifestaciones populares criticando los altos gastos en estadios del Mundial y solicitando mejores servicios para la población "ayudan a perfeccionar la democracia" y que está garantizado el derecho de protesta, incluso las que se realicen durante el mundial.
Finalmente, Dilma Rousseff defendió las obras vinculadas al Mundial, "Tenemos estadios modernos y cómodos, a la altura de nuestro fútbol y nuestros hinchas". Y aseguró que su país ha gastado 212 veces más en salud y educación que en estadios, en el mismo período.