Unas ocho personas perdieron la vida y 64 resultaron heridas cuando un coche bomba explotó cerca de una comisaría en la ciudad de Gaziantep, en el sudeste de Turquía.
La bomba, según las declaraciones del gobernador Erdal Ata, quien atribuye el ataque a la guerrilla del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), pudo haberse activado mediante un mando a distancia y causó heridos tanto entre viajeros de autobuses como entre los agentes de policía.
Turquía ha abierto el centro de Gaziantep para recibir ayuda internacional para los refugiados sirios que huyen de un levantamiento contra el presidente Bashar el Asad. El país se esfuerza para atender la llegada de casi 70 mil sirios.