La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha anunciado un cambio radical en su política de vacunación contra la COVID-19. A partir de ahora, las vacunas actualizadas estarán disponibles únicamente para personas mayores de 65 años o para quienes padecen condiciones médicas graves, dejando fuera a la mayoría de adultos y niños sanos.
¿QUIÉNES SÍ PODRÁN VACUNARSE BAJO LA NUEVA MEDIDA?
La FDA sostiene que este ajuste responde a la necesidad de evaluar el equilibrio entre beneficios y efectos secundarios. Solo las personas consideradas de alto riesgo podrán acceder de manera inmediata a la vacuna. Para el resto de la población, los laboratorios deberán presentar evidencia científica que justifique su uso, lo que podría demorar su disponibilidad.
Esta decisión ha causado alarma en el ámbito médico, ya que incluso personas jóvenes que conviven con adultos mayores o inmunodeprimidos quedarían sin acceso. Organizaciones de salud pública temen un posible repunte de casos y una mayor exposición al riesgo de COVID prolongada.
CRÍTICAS POR EL IMPACTO
El doctor Elmer Huerta, asesor médico de RPP, expresó su preocupación por lo que considera una limitación injustificada en el acceso a una herramienta clave de prevención. Además, vinculó esta decisión con la política sanitaria del actual secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., conocido por sus posturas antivacunas.
Diversos sectores coinciden en que la medida podría tener consecuencias a largo plazo en la salud pública y que restringir el acceso generalizado a las vacunas va en contra de los principios de prevención masiva adoptados desde el inicio de la pandemia.