
Los pacientes con Parkinson ahora tienen una nueva esperanza para mejorar su calidad de vida, gracias a una técnica quirúrgica de alta especialización: la Estimulación Cerebral Profunda (ECP), implementada en el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de Essalud.
El procedimiento consiste en la colocación de un “neuroestimulador”, un dispositivo electrónico que se implanta en una zona específica del cerebro. Este emite impulsos eléctricos que ayudan a controlar los trastornos del movimiento, sobre todo los temblores y mejora rigidez.
La doctora Alicia Becerra Zegarra, jefa del Servicio de Neurocirugía del hospital Rebagliati, explica que la cirugía se realiza con el paciente despierto. Durante la intervención, el neurocirujano introduce seis microelectrodos (tres por cada hemisferio cerebral) para registrar la actividad cerebral y evaluar el efecto de los impulsos eléctricos generados por el dispositivo.
El alta neurológica se da aproximadamente tres meses después de la cirugía, una vez comprobados los resultados: reducción de temblores y mejor control de los movimientos involuntarios.
La especialista añade que, en las etapas iniciales de la enfermedad, el tratamiento se basa en medicamentos como la dopamina. Sin embargo, si los síntomas se agravan o aparecen efectos secundarios, la técnica quirúrgica se convierte en la mejor alternativa.