Un grupo de investigadores de la Universidad de Kioto y la Universidad de Salud Fujita en Japón ha dado un paso crucial en la lucha contra el COVID-19. Han desarrollado un nuevo fármaco basado en linfocitos T citotóxicos, comúnmente conocidos como 'células asesinas', sintetizados a partir de células madre pluripotentes inducidas. Este innovador tratamiento ha demostrado una notable efectividad en pruebas preliminares y se espera que los ensayos clínicos comiencen en los próximos tres años, con el objetivo de tratar a pacientes inmunodeprimidos.
EL NUEVO FRENTE CONTRA EL COVID-19
El fármaco, que se basa en células inmunitarias capaces de detectar y destruir células infectadas por el nuevo coronavirus, ha mostrado resultados prometedores. En experimentos iniciales, las células sintéticas lograron eliminar alrededor del 90% de las células infectadas en un plazo de 12 horas. Este descubrimiento no solo abre una nueva vía para combatir el COVID-19 en pacientes con sistemas inmunológicos comprometidos, sino que también sugiere potenciales aplicaciones contra otras enfermedades víricas letales.
ENSAYOS CLÍNICOS Y PERSPECTIVAS FUTURAS
El equipo de investigación, que también incluye a científicos de la Universidad de Osaka y del Centro Nacional de Salud y Desarrollo Infantil de Japón, está preparado para avanzar hacia los ensayos clínicos. Las pruebas iniciales con ratones buscan asegurar la seguridad del tratamiento antes de su aplicación en humanos. Según Hiroshi Kawamoto, director del Instituto de Ciencias Médicas y de la Vida de la Universidad de Kioto, el riesgo de efectos secundarios graves es bajo, lo que aumenta las esperanzas de que este tratamiento pueda convertirse en una herramienta clave en la lucha contra el COVID-19 y otras enfermedades virales.
Este fármaco no solo representa un avance significativo en la lucha contra el COVID-19, sino que también podría revolucionar el campo de la inmunoterapia. Las 'células asesinas' sintéticas, diseñadas para reducir el riesgo de rechazo y mejorar la eficacia en la eliminación de virus, podrían ser una nueva arma en el arsenal médico contra enfermedades virales mortales. La Universidad de Kioto ya ha solicitado una patente para este tratamiento, anticipando su desarrollo a gran escala y su eventual implementación en tratamientos clínicos en todo el mundo.