Con el objetivo de brindar una mejor atención a nuestros asegurados, los cirujanos oncólogos del Hospital III de Emergencias Grau del Seguro Social de Salud (EsSalud) emplean una nueva técnica aplicada para la cirugía de conservación de la glándula mamaria en el tratamiento del cáncer de mama, logrando gran aceptación en pacientes mujeres que han sido afectadas por la tuberculosis mamaria.
La Dra. Mirian Elizabeth Pinto Paz, cirujana oncológica del Hospital III Emergencias Grau, indicó que la mastitis tuberculosa es una enfermedad de la glándula mamaria producida por el bacilo de Koch.
Este bacilo produce un tumor doloroso en la mama, hace que se ponga roja, con heridas y fístulas, provocando en la paciente mucho malestar, tristeza y miedo. Incluso, la paciente se ve afectada psicológicamente por ver como se destroza su mama, la que queda deforme con todas las fístulas que presenta y hace que piense en la presencia del cáncer.
“La sintomatología que presenta esta enfermedad es una tumoración muy dolorosa que posteriormente absceso (acumulación de pus en los tejidos) y luego genera una llaga. Se presenta mayormente en mujeres en edad reproductiva o que han terminado de lactar a sus hijos. El contagio puede ser por continuidad, una TBC pulmonar que continúa en la mama, por la sangre o por el contacto boca pezón. En nuestro consultorio de cirugía oncológica del Hospital Grau recibimos aproximadamente de dos a tres casos nuevos”, precisó la especialista.
Una vez diagnosticada la paciente de TBC de mamas es referida al programa de TBC e inicia el tratamiento. Después de dos meses en que se observa cómo evoluciona, se decide hacer la cirugía oncoplástica en aquellas pacientes que no tienen buena evolución.
La Dra. Pinto señaló que, para obtener el diagnóstico diferencial entre un cáncer inflamatorio de la mama y la mastitis crónica granulomatosa idiopática, se realiza una biopsia, la que permitirá descartar que no se trate de un cáncer y, de acuerdo a eso, se va indicando el tratamiento que se va a realizar. Lo primero es pasar por el programa de TBC, con exámenes como una mamografía y ecografía y ver cuánto es la extensión de la glándula mamaria afectada.
La propuesta que viene realizando el Hospital III de Emergencias Grau en estos casos durante el tratamiento de medicamentos (o incluso las que no han llevado) por la mastitis tuberculosa es evitar la deformidad de la glándula mamaria, aplicando técnicas quirúrgicas de cirugía oncoplástica para reconstruir esa área afectada.
La especialista informó que desde que se inició esta práctica aproximadamente 89 mujeres han sido beneficiadas, quedando muy agradecidas por la asistencia a su diagnóstico oportuno. Además, se muestran contentas no solo con la restauración de su cuerpo sino también de la estabilidad emocional que estuvo quebrantada en este tiempo.