La palabra de maestro del presidente Pedro Castillo se convirtió en palabra de preocupación y angustia. El mandatario ha utilizado las últimas actividades oficiales para defender a su esposa Lilia Paredes.
La mujer con la que contrajo matrimonio, es sindicada por el Ministerio Público como la coordinadora de una presunta organización criminal en el Ministerio de Vivienda.
Los gritos de Pedro Castillo para el analista político Iván García son una muestra de desesperación. Un testimonio de que el jefe de Estado está al tanto de todas las conductas ilícitas y se adelantó diciendo que su esposa entregaría el pasaporte a las autoridades y que están dispuestos a colaborar con la justicia.
De acuerdo a la tesis fiscal, Lilia Paredes sería la coordinadora de la red criminal en el Ministerio de Vivienda y junto a sus hermanos direccionaba las licitaciones de las obras.
La desesperación y angustia se respira en Palacio de Gobierno, la primera dama ya cuenta con un pedido de impedimento de salida del país por 36 meses, pedido que podría terminar en prisión si se comprueba los delitos de los que se le acusa.
