Tras cuatro décadas de espera, los familiares del periodista Jaime Ayala y de más de 60 personas desaparecidas y ejecutadas extrajudicialmente en Huanta, Ayacucho, lograron justicia.
La Cuarta Sala Penal Superior Nacional Liquidadora condenó a 18 años de prisión a Alberto Rivero Valdeavellano, exjefe del comando político militar de Huanta y La Mar, como autor mediato de estos crímenes de lesa humanidad.
DESAPARICIÓN FORZADA Y CRÍMENES EN AYACUCHO
La condena se refiere a los crímenes cometidos en 1984, cuando efectivos de la Marina secuestraron y ejecutaron a comuneros de Culluchaca, evangélicos de Callqui y pobladores de Huanta, entre ellos el periodista Jaime Ayala, corresponsal de La República.
Las víctimas no tenían ningún vínculo con organizaciones terroristas y fueron sometidas a desaparición forzada y asesinatos extrajudiciales bajo el mando de Rivero Valdeavellano.
El tribunal señaló que, debido a la naturaleza de los crímenes, la ley de prescripción no se aplica a estos delitos de lesa humanidad. Además, el fallo mantiene en reserva el juicio contra otro exmilitar implicado, Augusto Gabilondo García del Barco, quien también ocupaba un cargo en la base de Huanta.
LUCHA POR LA JUSTICIA DE LOS FAMILIARES
Gloria Cano, abogada de los familiares de las víctimas, destacó el arduo camino hacia la justicia que han recorrido. Durante años, los casos estuvieron cerrados en el fuero militar, pero gracias a la perseverancia de los afectados, los procesos fueron reabiertos y finalmente se logró la sentencia.
Cano también denunció la complicidad de altos mandos de la Marina en encubrir los crímenes, como el caso de Álvaro Artaza Adriazén, conocido como "el comandante Camión", acusado de ser el autor directo de las desapariciones y ejecuciones.