El pasado 6 de enero, la Policía Nacional y la Fiscalía realizaron un allanamiento en la vivienda de Sarratea e incautaron diversos objetos de propiedad del expresidente golpista Pedro Castillo.
Lo que llamó la atención es que muchos de estos accesorios, como afiches, lápices y prendas, vinculados a grupos extremistas que estarían detrás de las violentas protestas en Puno.
Durante la intervención, también se hallaron en la habitación de Pedro Castillo invitaciones oficiales con sellos de la Cancillería, documentos de Estado que indudablemente no se trataron con la debida rigurosidad.
Hay que señalar que la casa de Sarratea ya no le pertenece a Alejandro Sánchez Sánchez. La vivienda ha sido incautada por el Estado y se convertirá en sede de una institución que lucha contra la corrupción.