En los últimos días parece haberse desatado una guerra por el control del transporte urbano en Lima en la que están involucradas entidades como el Ejecutivo, la ATU, el Congreso y la propia Municipalidad Metropolitana.
La salida de María Jara como presidenta de la Autoridad del Transporte Urbano de Lima y Callao ha sido el detonante para visibilizar que el transporte público en la capital está en crisis, incluso, amenazada por la informalidad.
Desde el Congreso, el parlamentario Segundo Montalvo viene impulsando un proyecto de ley que propone formalizar el servicio colectivo, una iniciativa que no es compartida por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
USUARIOS LOS MÁS PERJUDICADOS
Mientras continúan estas pugnas, los más perjudicados son los ciudadanos, quienes tienen que pasar largas horas en medio del tráfico y muchas veces optan por el servicio informal, exponiéndose a la delincuencia y a la criminalidad.