En el día a día, en circunstancias normales, las calles de Lima viven un caos vehicular recurrente. Cuando se cree que no puede haber algo peor, durante las celebraciones de fin de año el tránsito infernal de la ciudad parece empeorar a niveles asfixiantes.
En este reportaje se verá cómo en las principales calles de la ciudad el tráfico se paraliza y los vehículos se instalan en las vías sin casi moverse. Las personas reclaman una solución pues algunos pueden sobrepasar las doce horas al volante solo para salir de las congestionadas calles.
Esta situación se agrava con el mal estado de algunas calles que provocan aún más congestión del tránsito y aumentan los niveles de estrés durante estos agitados días de fiestas navideñas.