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Hace 3 horas

Jóvenes desconectados: más de un millón de peruanos ni estudian ni trabajan

La mayoría apenas culminó la secundaria, vive en zonas urbanas y enfrenta condiciones de pobreza que dificultan su desarrollo.

Jóvenes desconectados: más de un millón de peruanos ni estudian ni trabajan

La mayoría apenas culminó la secundaria, vive en zonas urbanas y enfrenta condiciones de pobreza que dificultan su desarrollo.




A pesar de una leve mejora en los indicadores económicos del país durante el 2024, la situación de los jóvenes que no estudian ni trabajan —conocidos como “ninis”— continúa siendo alarmante. Según el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima, actualmente hay 1 millón 170 mil jóvenes entre 15 y 29 años en esta situación, lo que representa el 15,6% del total de la población joven del país. Aunque esta cifra es un 4,5% menor que la del año anterior, aún supera en casi 6% los niveles previos a la pandemia.

Este fenómeno no es un caso aislado ni coyuntural. Por el contrario, se trata de un problema estructural que responde a múltiples causas. El perfil más común entre los ninis incluye haber culminado la secundaria como nivel máximo de estudios, vivir en zonas urbanas (87%) y pertenecer, en muchos casos, a hogares en condición de pobreza. Cerca del 27% de ellos no alcanza a cubrir una canasta básica familiar, y más del 5% vive en pobreza extrema.

Desigualdad y género: una barrera adicional para las jóvenes

Las cifras también revelan una clara desigualdad de género: seis de cada diez ninis son mujeres. Este desfase tiene relación directa con la maternidad temprana y la falta de corresponsabilidad en las tareas del hogar, que llevan a muchas jóvenes a dejar los estudios y no insertarse en el mercado laboral. La carga doméstica y de cuidado infantil recae casi exclusivamente sobre ellas, dificultando su acceso a oportunidades que podrían mejorar su calidad de vida.

La franja etaria más afectada está entre los 15 y 19 años, un periodo crucial en el que muchos adolescentes, al terminar la escuela, se enfrentan a una falta de opciones educativas accesibles o a empleos dignos. Según el IEDEP, alrededor de 540 mil ninis se encuentran en este rango, lo que evidencia una desconexión entre el sistema educativo y las necesidades del mercado laboral.

Falta de políticas públicas y oportunidades laborales

Expertos en empleo y desarrollo coinciden en que esta problemática está ligada a la ausencia de políticas claras y sostenidas. Durante el último lustro, no se han implementado medidas eficaces para integrar a estos jóvenes a la vida productiva. La precariedad del Ministerio de Trabajo y la falta de estrategias de largo plazo para fomentar el empleo juvenil agudizan la crisis. A ello se suma la debilidad del sistema educativo, especialmente tras los cambios legislativos que restaron autonomía a la Sunedu, afectando la calidad de la educación superior.

La falta de integración de los ninis en la economía formal también conlleva riesgos sociales. Especialistas advierten que este grupo se convierte en blanco fácil para las redes delictivas, especialmente en contextos urbanos donde proliferan economías ilegales. La inacción del Estado frente a este problema alimenta un círculo vicioso de pobreza, informalidad y criminalidad que amenaza con perpetuarse.


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