El culto al Señor de los Milagros, aunque tiene su epicentro en Lima, se extiende por todo el país con manifestaciones religiosas únicas en cada región.
Desde Arequipa hasta Cusco, pasando por Cajamarca y Piura, cada ciudad celebra con fervor a su "Cristo moreno". Descubre cómo estas festividades reflejan la devoción y cultura de los pueblos peruanos durante el mes morado.
Arequipa: La fe que mueve a miles
En Arequipa, la Hermandad del Señor de los Milagros, fundada en 1950, lidera las celebraciones que convocan a más de 1,500 fieles.
Las andas del Cristo morado recorren las principales arterias de la Ciudad Blanca, siendo cargadas por los hermanos durante los días 18 y 19 de octubre. El recorrido procesional se extiende hasta la Parroquia Nuestra Señora del Pilar, y en los días siguientes sigue por calles emblemáticas como Mariscal Cáceres y el Monasterio de Santa Teresa.
Cada año, estas procesiones reúnen a miles de devotos que acompañan la imagen, con sahumadoras y nazarenas descalzas como parte del fervor.
Cusco: Danzas típicas en honor al Cristo Peregrino
En Cusco, el "Protector y Peregrino del Cusco" es venerado con una devoción que incluye no solo procesiones, sino también la participación de agrupaciones de danzas tradicionales. El 19 y 27 de octubre, las procesiones del Señor de los Milagros recorrerán la Ciudad Imperial desde el Templo de San Francisco de Asís, visitando el Hospital Regional y otras zonas importantes.
El toque distintivo de esta celebración es la participación de danzas típicas como el Pawkartampus, Waka waka y el Majenño, que unen la cultura cusqueña con la fe cristiana en estas festividades.
Chiclayo: Un siglo de devoción ininterrumpida
En Chiclayo, la celebración del Señor de los Milagros es la festividad religiosa más importante de la ciudad, superando incluso otras celebraciones locales. La Hermandad del Señor de los Milagros de la Parroquia Santa María Catedral organiza cinco recorridos procesionales, siendo los días 18 y 19 de octubre fechas clave.
La procesión recorre las principales avenidas y culmina en la Catedral de Chiclayo, acompañada por miles de devotos provenientes de todo Lambayeque. Este año, Chiclayo conmemora 116 años de devoción al Cristo moreno, con una fervorosa participación de sus fieles.