Durante una conferencia de prensa en el marco del paro de transportistas en Lima, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, generó polémica al criticar a dos fiscales en Trujillo por supuestamente haber defendido a Jean Piero García, alias ‘Corta Dedos’, un peligroso integrante de la organización criminal ‘Los Pulpos’.
Según Santiváñez, las fiscales acudieron a la comisaría para respaldar la denuncia del delincuente, quien acusó a los policías que lo capturaron de maltrato físico y psicológico.
LA OBLIGACIÓN DE LA FISCALÍA
Sin embargo, la presencia de las fiscales Luz del Milagro Guevara Orbegoso y Olga Marleny Sánchez Gavidia, de la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos de La Libertad, responde a un procedimiento que la institución está obligada a seguir ante cualquier denuncia de maltrato, incluso cuando se trata de un detenido.
Según explicó el exfiscal Alfredo Galindo, la Fiscalía de la Nación debe tramitar estas denuncias, aunque provengan de personas en situación de arresto, y realizar los actos mínimos de investigación, como la evaluación médica correspondiente.
“El procedimiento es necesario para garantizar los derechos humanos y evitar cualquier tipo de abuso policial, pero eso no significa que los fiscales crean automáticamente en las acusaciones de los detenidos”, sostuvo Galindo en una entrevista con N60 noticias. Esta situación refleja una estrategia común de los criminales para desacreditar a las fuerzas del orden, alegando maltratos durante las detenciones.
CONFESIÓN Y PRUEBAS INCRIMINATORIAS
Jean Piero García, conocido como ‘Corta Dedos’, no solo denunció a la Policía por supuestos abusos, sino que también confesó haber participado en al menos un secuestro en Trujillo. Según declaró, fue el encargado de manejar la camioneta en la que trasladaron a un empresario secuestrado, por orden del líder de la organización, Jhonsson Cruz. Por su participación, habría recibido 12 mil soles, según sus propias palabras mientras era escoltado por las autoridades.
La detención de García se produjo en el lote 10 de la manzana 22 de la avenida Camino Real, en Trujillo, donde también se incautaron dos cartuchos de dinamita, material frecuentemente utilizado en extorsiones en la región. Este hallazgo confirma su vínculo con actividades delictivas de alto riesgo y la peligrosidad de la organización a la que pertenece.