El tráfico ilegal de especies de fauna silvestre se castiga con penas severas en nuestro país. Las sanciones incluyen prisión de tres a cinco años, inhabilitación, multas y reparación civil. Esto aplica a quienes adquieran, vendan, transporten, almacenen, exporten o reexporten especímenes de fauna silvestre sin el permiso correspondiente.
La depredación de fauna silvestre, es decir, la caza, captura, extracción o posesión de estas especies sin la debida autorización, también está penada. El juez Walther Huayllani Choquepuma, del Juzgado de Investigación Preparatoria Supraprovincial de la Corte de Lima, destacó que los animales silvestres son aquellos que no han sido domesticados por el hombre y subrayó la importancia de la legislación en su protección.
Compra ilegal también es delito
No solo los cazadores y traficantes enfrentan sanciones. Quienes compran o poseen animales silvestres sin autorización también pueden ser condenados a hasta cinco años de cárcel. El juez Huayllani señaló que, sin compradores en zonas urbanas, los traficantes no tendrían mercado para sus actividades ilegales.
Fallo a favor de Run Run
Recientemente, un juzgado de Lima falló parcialmente a favor del zorro Run Run, reconociendo la vulneración de sus derechos. El juez resaltó que los animales sienten y necesitan su hábitat natural para sobrevivir, y que alejarlos de su entorno puede desnaturalizarlos.
Cada día, en Perú se trafican 442 especies de fauna silvestre, un problema que requiere el compromiso de toda la sociedad para combatir. El retorno de los animales a su hábitat natural es costoso y a menudo ineficaz, ya que sus habilidades naturales pueden verse mermadas.
El juez Huayllani hizo un llamado a la ciudadanía para evitar la compra de animales silvestres como mascotas y subrayó que incluso la posesión de restos de estos animales, como llaveros con partes de zorros o pieles de felinos, constituye un delito grave.