La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) informó que, al año 2022, de los 416 pozos de agua subterránea que opera Sedapal, 111 están destinados a garantizar el abastecimiento alternativo en caso de que ocurra un sismo de gran magnitud o ante un fenómeno natural importante como El Niño.
“La utilidad de los pozos subterráneos es fundamental para una ciudad o localidad, por lo que se priorizan acciones para su cuidado, dado que son las últimas reservas que podrán abastecer a Lima ante el corte del agua potable a causa de algún fenómeno natural”, indicó Juan Carlos Loayza, supervisor ingeniero en regulación de la Sunass.
Por su parte, Pedro Luis Grados, miembro del equipo de aguas subterráneas de Sedapal, indicó que el prestador realizó estudios para determinar la capacidad de extracción de los acuíferos, las variaciones de la napa freática, entre otros, para conocer el estado actual y realizar una adecuada gestión del recurso hídrico subterráneo.
“Se evaluó qué áreas son las más vulnerables y se hizo un diagnóstico de los pozos teniendo en cuenta la ubicación y antigüedad. La mayoría de los pozos de reserva, ante un terremoto, cuentan con un grupo electrógeno para su correcto funcionamiento y garantizar el abastecimiento de agua”, indicó Grados. Asimismo, subrayó, que Sedapal tiene un plan de contingencia en caso de un sismo de gran magnitud.
De las 50 empresas prestadoras del Perú, 9 utilizan fuentes de agua subterránea (pozos, galerías filtrantes o manantiales) de manera exclusiva; 11 tienen abastecimiento solo de fuente de agua superficial, como de ríos y lagos; y 30 empresas tienen fuentes mixtas, subterráneas y superficiales. Sedapal es una de estas últimas.
Es importante saber que cada pozo formal ubicado en Lima tiene una licencia de uso y un volumen de agua máximo permitido para extraer.
DATOS
Como organismo regulador, la Sunass fijó una tarifa para el monitoreo y gestión de aguas subterráneas para que Sedapal pueda realizar acciones de observación, medición, registro, procesamiento continuo de la información de las aguas subterráneas e identificación de usuarios clandestinos.
Estos fondos también permiten la formulación de proyectos para la búsqueda de nuevas fuentes de aguas superficiales, recarga artificial del acuífero Rímac, pozos de monitoreo, actualización de modelos matemáticos para los acuíferos, entre otros, con el fin mantener las condiciones de equilibrio en los acuíferos Chillón – Rímac – Lurín, que constituyen una importante reserva de agua que debe ser preservada y regulada para asegurar su sostenibilidad.