Ya pasaron 17 días desde que Pepo, un cachorro puma andino, llegó al Zoológico Municipal de Huancayo tras ser rescatado del abandono en la provincia de Ancash. El pequeño felino se fortalece cada día, demostrando ternura y fuerza para pronto salir a su nuevo ambiente en el recinto que alberga a más de 150 especies.
El cachorro que perdió a sus padres por culpa de cazadores, llegó a Huancayo pesando tan solo seis kilos, junto a un peluche que hasta hoy lo acompaña en su cuarentena. El último lunes 10 de octubre se realizó su revisión de evolución y adaptación registrando cambios favorables para su salud, hoy pesa 9 kilos y medio, está más grande y sigue desarrollando sus garras y colmillos.
Pepo cumple con la alimentación de carnes y otras proteínas, supervisadas por los veterinarios del Zoológico Municipal. El responsable del recinto, Luis Zapata, informó que aún se mantiene en observación para poder salir en exhibición, mientras tanto, se mejora la atención y supervisión diaria de evolución para su desarrollo.
“Pepo subió de peso y ahora está con nueve kilos y medio, ese es un buen indicativo ya que estaba en periodo de lactancia cuando perdió a sus padres. En el caso de los félidos crecen rápido y pepo está grande, poco a poco ya podremos ponerlo en un hábitat adecuado aquí en el zoológico”, dijo.
AMA SU PELUCHE
Una curiosidad de Pepo es que le tomó cariño a su oso, denominado “oso Miguelito”, con el que duerme y juega durante el día. Asimismo, explicaron que su ambiente está junto a los dos adultos pumas andinos que se tienen en el Zoológico. Para poder adecuarlo saldrán periodos de tiempo poco a poco, así crear familiaridad y evitar enfrentamientos.
“Se separaron ambos ambientes, para que eviten agresiones, pepo saldrá horarios establecidos para que pueda adecuarse y ya poder estar en exhibición y la población pueda ver al cachorro en etapa de crecimiento”, por lo que representa la penosa realidad de la caza furtiva, precisó.
