En el sureste peruano, la situación del COVID-19 cada vez pierde más interés ante la amenaza creciente de las bajas temperaturas que se cierne en esta parte del país.
Puno es la región más afectada por las heladas, pues el frío ha provocado el congelamiento de los cultivos y ríos de la zona. El Senamhi ha previsto que las temperaturas bajen a 8 grados bajo cero y ráfagas de viento superiores a los 35 km/h.
El Gobierno ha declarado estado de emergencia por 60 días en más de 70 distritos en las regiones de Arequipa, Apurímac, Cusco, Moquegua, Puno y Tacna.