La pandemia no tiene límites y su presencia en la Amazonía es prueba de ello. De acuerdo a un medio local, 55 comunidades indígenas, donde viven al menos 500 mil nativos, están en riesgo si el Gobierno no los atiende a tiempo.
Según el apu Emerson Mucushua, de la comunidad de Pucacuro, el alcalde de Trompeteros, en la provincia de Loreto, Lorenzo Chimboras Careajano, junto a un grupo de personas, llevaron alimento a más de 20 comunidades de Pucacuro sin ningún protocolo de seguridad y sin saber que cuatro de sus acompañantes, incluso él, estaban infectados con el virus.
Ahora hay decenas que presentan síntomas de COVID-19, no obstante, en esta zona oficialmente solo hay dos casos positivos porque la Dirección Regional de Salud solo hizo 20 pruebas rápidas, pese a que en Pucacuro viven más de 800 personas de la etnia Achuar y que ahora corren peligro.
La situación empeora ya que, en la posta médica de Trompeteros, donde se reporta 73 casos de COVID-19 y tres fallecidos (según subregistro), solo hay dos técnicos de enfermería y no hay medicina, pese a que en esa zona se explota petróleo desde los años 70.
Situación similar viven la comunidad de Bellavista, en Caballococha, donde hay siete infectados, en tanto en la provincia de Condorcanqui, región Amazonas, tienen temor pues las personas varadas que llegaron de la capital y otras regiones habrían llevado el virus.
Gracias a un recuento del Ministerio de Salud, la Iglesia y las organizaciones nativas de la Amazonía, los casos confirmados de indígenas con coronavirus son 200, los sospechosos 226, cinco muertos y 59 fallecimientos sospechosos por COVID-19.