Más allá de la impresionante imagen de la gastronomía peruana ante el mundo, se esconde una preocupante realidad. Según un estudio de CITE Papa y otros Cultivos Andinos, en cerca del 100% de restaurantes y pollerías de Lima Metropolitana las papas importadas prefritas y congeladas han desplazado a las papas peruanas.
Perú produce cada año unas 5 millones de toneladas de papa y para satisfacer la demanda interna se importan unas 50 mil toneladas desde países como Holanda, Estados Unidos, Bélgica y Argentina. La producción, no obstante, podría satisfacer sin problemas la demanda local (+90 Kg. per cápita al año).
¿Por qué entonces el menos de 1% de importaciones han puesto en jaque a los productores nacionales? Ocurre que de las 50 mil toneladas mencionadas antes, 33 mil son papas prefritas y congeladas que han cubierto casi por completo la demanda en los locales limeños.
El informe de CITE Papa y otros Cultivos Andinos, publicado por Gestión, indica que el crecimiento de las importaciones desde 2004 ha cautivado a los negociantes locales, al punto de desplazar a variedades como ‘Única’ y ‘Canchán’.
Según estima la agencia, de las más de 3 mil pollerías, 504 locales de cadenas de comida rápida y 2700 locales independientes en la metrópoli, casi el 100% prefiere las papas importadas. Estas incluso han llegado a los supermercados, posicionándose hasta en microcomercializadores como salchipaperos.
La causa de esta situación sería básicamente la falta de una industria que pueda competir a nivel local. La industria y el sector privado serían las únicas alternativas para nuestro producto, en un país considerado el primero en biodiversidad de papa en todo el mundo.
A esto además se suman acciones como la del gobierno boliviano, que suspendió las importaciones de papa y otras hortalizas peruanas en respuesta a movilizaciones de agricultores en el sur del altiplano.