La delincuencia en el Perú no da tregua. A pesar de la implementación de un estado de emergencia, tres personas fueron asesinadas en un solo día en diferentes distritos del país, enlutando a varias familias.
En San Juan de Lurigancho, el taxista Kenyi Mamani Rosario, de 26 años, fue asesinado a balazos por un falso pasajero. Según informes, el asesino abordó el taxi y, mientras transitaban por la avenida Los Próceres, sacó una pistola y disparó tres veces en la cabeza de la víctima, quien murió al instante.
En San Juan de Miraflores, un joven reciclador, Edson Alvarado, de 23 años, fue asesinado con seis balazos mientras recogía botellas y cartones cerca del puente Electro. Al notar la presencia de los criminales, Alvarado intentó refugiarse en un montículo de material reciclado, pero fue alcanzado por los proyectiles.
En el Callao, una trabajadora de transporte público, Ángela Escate Berríos, de 37 años, fue asesinada de un disparo en la cabeza mientras realizaba sus labores en la cuadra uno de la avenida Venezuela. La policía no descarta que el crimen pueda ser un ajuste de cuentas.
¿FALTA DE UN PLAN DE SEGURIDAD?
El exjefe de la Dirección Contra el Terrorismo (DIRCOTE), José Baella, criticó la falta de un plan de seguridad efectivo y propuso la designación de un "Zar de la seguridad" para mejorar las condiciones y tomar medidas efectivas contra la creciente criminalidad.
