Cada vez es más frecuente conocer parejas que han decidido dormir en camas separadas como el mejor recurso para conciliar el sueño. A menudo, el ronquido de uno o el interés del otro por ver televisión durante la noche afecta el descanso, lo que provoca que al día siguiente se despierten cansados o de mal humor.
¿Dormir en camas separadas mejora la calidad del sueño en las parejas? Para el médico psiquiatra de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa), Carlos Bromley, esto es relativo, a pesar de que existen estudios, como los de la Academia Americana de la Medicina del Sueño, que revelan que un tercio de los norteamericanos prefiere hacerlo, conscientes del valor de un buen descanso.
"Cada vez más personas en Estados Unidos reconocen el valor de un buen sueño. Si se altera el ciclo de sueño o vigilia, al día siguiente no se puede funcionar bien, y uno se sentirá irritado o cansado, a diferencia de cuando se duerme sin interrupciones", comentó a la agencia Andina.
Sin embargo, esta situación es relativa, sostiene. Todo depende de la pareja. Para algunas, dormir en camas separadas es una buena solución ante los ronquidos de uno de los miembros, o cuando alguno se mueve mucho durante la noche, al punto de dar golpes involuntarios. También influye el ritmo de sueño, ya sea que uno duerma muy tarde o muy temprano.
El especialista comenta, además, que a uno de los miembros de la pareja puede incomodarle la decoración del dormitorio, preferir otro tipo de colchón o utilizar más almohadas para dormir. Estas diferencias, si no se abordan, suelen generar discusiones que pueden afectar la relación.
Otras parejas
Por otro lado, existen parejas que consideran una calamidad, según precisa Bromley Coloma, el hecho de que, al no dormir juntos, comenzarán a generar una distancia emocional y una desconexión de la intimidad espontánea a la que no desean renunciar.
"Dormir en camas separadas no implica eliminar la intimidad. El problema es haber reducido la intimidad a la cama, y me refiero tanto a la intimidad física como a la emocional. Esta última tiene que ver con el compartir: cuando uno le cuenta al otro cómo le ha ido en el día, cómo se siente y qué problemas ha enfrentado", señaló.
El verdadero inconveniente, agregó, es que las parejas se despiden en la mañana y solo se vuelven a ver por la noche, sin tiempo para encontrarse y dialogar. Pero en el Perú, además, hay un factor adicional: el hacinamiento.
Ante esta realidad, resulta difícil recomendar a las parejas que duerman en camas o habitaciones separadas. Aun así, les aconseja tener conciencia del valor de dormir bien, descansar y tomar las medidas que estén a su alcance, como colocar almohadas, para crear una "separación física".
Recomendaciones:
Aunque las razones expuestas son las más comunes para que las parejas opten por dormir en camas separadas, Bromley Coloma recomienda no perder de vista lo esencial: aprender a darle tiempo a la intimidad fuera de la cama, buscando otros espacios que la enriquezcan. Dormir juntos, separados o en condiciones de precariedad material no es una excusa para perderla, afirmó.
"Es posible aprender a valorar a la familia y a la pareja, algo que cada vez sucede menos. Dedicarles más espacio y tiempo alimenta la unión. Hoy en día, muchas parejas solo se conocen de noche y en la cama. Es hora de aprender a cuidar nuestra intimidad, tanto emocional como física", precisó.