Grandes tachos llenos agua se han convertido en los más preciado para miles de familias que juntando de sol en sol han logrado conseguir este líquido indispensable. El principal problema que les impide obtenerlo con normalidad es que sus viviendas están ubicadas en las partes más altas de los cerros de la capital.
Son cerca de 3 millones de peruanos quienes han levantado sus viviendas en las partes más altas, un claro ejemplo del crecimiento desordenado que se registra en nuestra ciudad. Estas personas no solo viven en constante peligro sino tampoco cuentan con ningún tipo de servicio básico como agua o desagüe.
Una realidad que se repite en cada de una de las precarias viviendas que parecen ser invisibles para las aurtoridades quienes han contribuido a que este crecimiento desordenado se convierta en la otra pandemia pendiente de resolver y podría convertir la capital en una bomba de tiempo.
AUTORIDADES NO DAN SOLUCIÓN
Otro de los grandes problemas urbanísticos que aquejan a Lima se registra en pleno corazón de la ciudad en donde aún se pueden encontrar miles de viviendas antiguas a punto de colapsar y que las autoridades poco o nada han hecho para solucionar esta situación ni el hacinamiento en el que viven estas familias.
