Además de la inseguridad ciudadana, la acumulación de basura y contaminación en varios distritos de la capital, son un flagelo para los ciudadanos, quienes tienen que soportar nauseabundos olores cerca de sus casas.
"Todo el día tenemos olores horribles, que cuando uno quiere comer te da ganas de vomitar por el olor, las moscas y las ratas", señaló una vecina.
Al fétido olor, se suma que irresponsables ciudadanos han convertido algunas calles en urinarios. Para el exviceministro de Gestión Ambiental, Mariano Castro Sánchez Moreno, esta crítica situación podría revertirse si el nuevo alcalde logre impulsar la economía circular para incrementar hasta en un 10% las cifras de reciclaje.