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Martes, 30 de agosto del 2022

Enfermeras guerreras ayudan a salvar vidas en el Instituto Nacional Cardiovascular

Las licenciadas mantienen las funciones vitales del paciente a través de una máquina que reemplaza las funciones del corazón y del pulmón durante una cirugía cardiaca.

Enfermeras guerreras ayudan a salvar vidas en el Instituto Nacional Cardiovascular

Las licenciadas mantienen las funciones vitales del paciente a través de una máquina que reemplaza las funciones del corazón y del pulmón durante una cirugía cardiaca.




¡Corazón y pulmón en sus manos! El equipo de 11 enfermeras perfusionistas del Instituto Nacional Cardiovascular (INCOR) de EsSalud cumple la importante labor de mantener la circulación sanguínea y la oxigenación de un paciente cuando es sometido a una cirugía cardiovascular. 

Asimismo, este importante equipo de profesionales participa en todas las operaciones y supervisa a los pacientes con implantes de “corazones artificiales”. La licenciada Celia Mendoza, coordinadora del equipo de perfusionistas, explica que la perfusión extracorpórea es un proceso complejo por el cual se sustituyen las funciones del corazón y los pulmones por medio de un equipo con tecnología avanzada mientras el paciente está en parada cardíaca. 

Esta importante tarea está a cargo de las enfermeras especialistas en perfusión extracorpórea y asistencia circulatoria. En ese sentido, Mendoza destaca el rol de una enfermera perfusionista en sala de cirugías porque “tenemos un compromiso mayor, ya que un paciente en hospitalización está despierto, puede comunicarse y reclamar; mientras que aquí está anestesiado y confía en nosotras al quedar en nuestras manos”

La especialista explica que otra de sus funciones es la recuperación celular del paciente. “Hay cirugías que por protocolo se tiene que ahorrar sangre. Por ejemplo, en operaciones prolongadas se utiliza una máquina denominada recuperador celular, la cual procesa la sangre, la centrifuga y luego la regresa al paciente”, señala.

ENTRENAMIENTO ESPECIALIZADO

Al ser el centro especializado en cirugía cardiaca, el INCOR entrena a las licenciadas en enfermería que desean ejercer la perfusión. Son siete años de estudios, aproximadamente, para convertirse en una perfusionista, ya que las enfermeras deben seguir la especialidad de perfusión extracorpórea y asistencia circulatoria por un año más, luego de haber culminado su especialidad en enfermería de cirugía cardiaca o cuidados intensivos. 

Las licenciadas encargadas de la perfusión también participan en los implantes y desconexión de los llamados “corazones artificiales”, equipos que utilizan tecnología de punta para reemplazar la función cardiaca cuando un paciente está en un estado grave. 

TESTIMONIOS

Estela Huancaviri, natural de Arequipa, siempre trabajó como enfermera general o de quirófano. Sin embargo, cuando vio la primera cirugía a corazón abierto, donde la vida del paciente dependía de una máquina que manejaba la enfermera, quedó impresionada y se dio cuenta que era lo que siempre quiso: seguir la especialidad de perfusionista.

“Cuando terminé la universidad buscaba una especialidad que vaya con mis objetivos personales, algo que me haga más independiente, tener la responsabilidad de la vida del paciente al 100% y eso lo encontré en la perfusión.  Es una mezcla de pasión, amor y entrega”, menciona emocionada.

Ahora tiene más de 20 años ejerciendo la perfusión y hace unas semanas, junto a su compañera Tula Ángeles, participaron en el trasplante cardiaco 100 de INCOR en un niño de 13 años, cuya salud se deterioraba hasta que apareció un donante que salvó su vida. “Ver que este niño ha vuelto a su hogar y haber colaborado en salvarle la vida, nos llena de satisfacción”, explica Estela.

Por su parte, la licenciada Erika Urtecho se enamoró de esta especialidad cuando escuchó a sus colegas explicar lo que significaba ser perfusionista y participar de una cirugía cardiaca. No lo pensó más y dejó su natal Trujillo para llegar a Lima y entrenarse en perfusión extracorpórea en el INCOR. 

Como enfermera perfusionista ya tiene 5 años, atiende a pacientes adultos pero su aspiración es prepararse para dar perfusión pediátrica, la cual considera como un mundo totalmente diferente. “Lo que me motivó fue que esta es una especialidad de muchos retos. Sentir esa adrenalina cuando el paciente está completamente sedado y entregado a ti, no cualquiera lo puede asumir. Hay que tener vocación y mucha empatía”, resalta Urtecho. 

CIFRAS

El Instituto Nacional Cardiovascular es el único centro especializado en el país que realiza todo tipo de cirugías cardiovasculares y atiende las enfermedades cardiacas más complejas.  Al año lleva a cabo más de 1 800 cirugías, de las cuales 1 400 es a pacientes adultos y más de 400 a pacientes pediátricos. Desde el 2015, el INCOR ha colocado 85 dispositivos conocidos como “corazones artificiales”, de los cuales 65 han sido implantes de ECMO y 20 de asistencia ventricular.


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