Por el tipo de ataque y la cantidad de disparos (más de 10), la Policía presume que el asesinato de Carlos Enrique Burgos Gonzales (23), hijo del alcalde de San Juan de Lurigancho Carlos Burgos, se habría tratado de un ajuste de cuentas.
Además, el 29 de marzo del 2013, Burgos Gonzales fue intervenido por la policía junto al pistolero conocido como ‘Chato Manrique’. Este último fue sindicado como el asesino de Walter Luis Falla Rivera, un ex reo conocido como ‘Negro Rulo’, informaron diarios locales.
El ex recluso fue asesinado el mismo día en la madrugada cuando bebía con sus amigos en San Juan de Lurigancho. Los vecinos reconocieron al ‘Chato Manrique’. El vehículo de placa C7W-651, de donde salieron los disparos, fue ubicado más tarde.
En la misma casa del asentamiento humano ‘Juan Pablo II’ donde fue hallado el auto se encontró al presunto asesino junto al hijo del alcalde. Mientras este último fue interrogado y liberado, el ‘Chato Manrique’ fugó.
Asimismo, el 25 de junio se informó que Lindomar Hernández Jiménez ‘Puerto Rico’ y Edgar Lucano Rosas ‘Lucano’, los delincuentes que fugaron del penal de Lurigancho y fueron finalmente abatidos el 18 de junio, tenían planeado asesinar a Burgos Gonzales.
Según declaró el cómplice de ambos en la fuga, Carlos Timaná Copara ‘Timaná’, Walter Luis Falla Rivera era amigo de ‘Lucano’ y su intención era cobrar venganza.
Fuentes de la Dirincri confirmaron que la información que Timaná brindó tras ser capturado era cierta.