El notario Alonso De Rivero denunció al exmagistrado del Tribunal Constitucional Óscar Urviola de no haber actuado conforme a Ley en el proceso donde se le acusaba de falsificar la firma de una comerciante en la compra de una propiedad.
Según contó, Carmen Herrera Gómez negó la veracidad de dicho documento cuando empezó a retrasarse en los pagos, por lo que al acusado se le quitó el título de notario.
Pese a que la comerciante confirmó después que la firma era suya y que incluso acordó con el banco la manera de seguir pagando, De Rivero fue declarado autor de falsificación en primera instancia, y luego cómplice en segunda instancia sin haberse anulado la primera sentencia.
Cuando decidió apelar el fallo en el Tribunal Constitucional, en ese entonces el presidente Oscar Urviola hizo uso de su voto doble para votar en contra del notario, pese a que en un principio había decidido inhibirse del proceso.
Esto se debería a que unos meses antes, la cuñada del exmagistrado, Miriam de Urviola, exigió a la familia De Rivero el pago por un trabajo como agente de bienes raíces que nunca habría realizado.