Un terremoto de magnitud 7,1 sacudió el martes una región montañosa en el oeste de China, dejando al menos 53 muertos y más de 60 heridos, según la agencia oficial de noticias Xinhua. El sismo, cuyo epicentro se ubicó en el Tíbet, cerca de la frontera con Nepal, también dejó a varias personas atrapadas entre los escombros mientras las réplicas continuaban sacudiendo la región.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) registró el terremoto a una profundidad de 10 kilómetros, mientras que las autoridades chinas lo estimaron con una magnitud de 6,8. La zona afectada se encuentra a unos 75 kilómetros al noreste del monte Everest, en una región sísmicamente activa donde las placas de la India y Eurasia colisionan, causando fuertes elevaciones en los Himalayas.
Más de 1.500 rescatistas y bomberos fueron desplegados para buscar sobrevivientes en las comunidades cercanas al epicentro, que se encuentra a unos 380 kilómetros de Lhasa, la capital del Tíbet, y a 23 kilómetros de Shigatse, la segunda ciudad más grande de la región. Las condiciones extremas de altitud, con un promedio de 4.200 metros, dificultan las labores de rescate en esta área remota.
TAMBIÉN REMECIÓ KATMANDÚ
En Nepal, a unos 230 kilómetros del epicentro, el sismo despertó a los residentes de Katmandú, quienes salieron corriendo de sus casas en pánico. El USGS informó que en el último siglo se han registrado al menos 10 terremotos de magnitud 6 o más en esta región, lo que evidencia la actividad sísmica constante y el alto riesgo para las poblaciones locales.
