En una publicación en Truth Social, el presidente electo Donald Trump exigió la liberación inmediata de los rehenes retenidos por Hamás en Gaza, asegurando que, de no cumplirse, habrá “un infierno que pagar”. Esta declaración subraya las crecientes tensiones en Medio Oriente y pone presión sobre la administración saliente de Joe Biden para lograr un acuerdo antes de que termine su mandato.
LLAMADO A LA ACCIÓN
La declaración de Trump se produce tras la confirmación de la muerte de Omer Neutra, un estadounidense-israelí secuestrado en Gaza, cuyo cuerpo ha permanecido retenido por Hamás. La familia de Neutra, junto con otras afectadas, ha intensificado los llamados internacionales para la liberación de los rehenes, que incluyen a siete estadounidenses entre un total de 101 cautivos.
El presidente Biden, por su parte, ha redoblado los esfuerzos diplomáticos para negociar un alto el fuego con Hamás, pero enfrenta críticas tanto de líderes internacionales como del público por la falta de avances concretos. “Estamos con ustedes. No dejaré de trabajar hasta que sus seres queridos regresen a casa”, afirmó Biden en un comunicado.
TENSIONES DIPLOMÁTICAS AL LÍMITE
La postura del presidente electo contrasta con las estrategias diplomáticas actuales y añade presión sobre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a quien se acusa de rechazar propuestas clave para reducir la presencia militar en Gaza. Mientras tanto, Hamás continúa difundiendo vídeos de propaganda con rehenes, como el caso de Edan Alexander, otro estadounidense-israelí que pidió a Trump que usara su influencia para negociar su liberación.
Las familias de los rehenes exigen “acción decisiva” y colaboración entre Biden, Trump y Netanyahu para resolver la crisis, señalando que cada día de cautiverio es un desafío a la humanidad y un recordatorio de la urgencia de intervenir.
