Una reciente investigación reveló que Corea del Sur ha logrado reciclar el 97,5% de los residuos alimenticios, consolidándose como un ejemplo mundial en el aprovechamiento de desechos. De acuerdo con el estudio liderado por Jae-Cheol Jang, profesor del Instituto de Agricultura de la Universidad Nacional de Gyeongsang, en 2022, el país procesó cerca de 4,56 millones de toneladas de restos de alimentos, de los cuales 4,44 millones fueron reciclados para otros usos.
"Eso significa que se recicla en torno al 97,5% de los residuos de comida", comentó el profesor en una entrevista con la BBC.
EJEMPLO DE RECICLAJE
Este notable logro es producto de más de una década de políticas sostenibles, destacándose la implementación del sistema Weight Based Food Waste Fee, que obliga a los ciudadanos a pagar por sus residuos alimentarios según su peso.
Este mecanismo se gestiona de tres formas: con bolsas autorizadas para la recolección, calcomanías que registran el peso de los desechos, y máquinas de identificación por radiofrecuencia que transmiten los datos a un centro de monitoreo.
El sistema ha motivado a la población a reducir el desperdicio de alimentos, mientras que los restos son aprovechados para alimentar ganado, abonar cultivos y generar biogás.
El cambio no siempre fue fácil. En la década de 1990, Corea del Sur enfrentaba serios problemas con la gestión de residuos debido a su alta densidad poblacional y rápido crecimiento urbano. En 1996, solo el 2,6% de los desechos alimentarios se reciclaba.
La situación comenzó a mejorar en 2005, cuando se aprobó una ley que prohibía desechar restos de comida en vertederos. A partir de 2013, el país introdujo el sistema de reciclaje basado en el peso de los residuos, transformando radicalmente su cultura de manejo de desperdicios y posicionándose como líder en la gestión sostenible de alimentos.