El sur del Líbano se ha convertido en el epicentro de una nueva ofensiva militar por parte de Israel, que ha iniciado una incursión terrestre "selectiva", según confirmaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Estas operaciones responden a la amenaza que representa Hezbolá en las aldeas fronterizas.
INCURSIÓN TERRESTRE RESPALDADA POR ATAQUES AÉREOS
El Ejército israelí lanzó en las últimas horas una ofensiva terrestre en el sur del Líbano, apoyada por intensos bombardeos aéreos y de artillería. Esta operación se enfoca en aldeas cercanas a la frontera, donde las fuerzas de Hezbolá, consideradas una amenaza inminente, han establecido bases de operaciones. Según las FDI, los objetivos de esta ofensiva son infraestructuras terroristas y combatientes de Hezbolá, cuya presencia compromete la seguridad del norte de Israel.
Las incursiones, descritas como "limitadas y localizadas", son parte de una estrategia más amplia que fue aprobada en una reunión del Gobierno israelí. Las fuerzas israelíes llevan meses preparándose para esta fase, según fuentes cercanas a las discusiones gubernamentales.
HEZBOLÁ INTENSIFICA LOS ATAQUES EN RESPUESTA
Mientras Israel avanza con su incursión, Hezbolá no se ha quedado de brazos cruzados. El grupo militante libanés ha lanzado una serie de bombardeos contra posiciones israelíes en la frontera norte. Alarmas antiaéreas han sonado en varias comunidades israelíes cercanas a la frontera, como Shtula, Misgav Am y Netya, creando una atmósfera de tensión en la región.
La escalada militar también ha dejado graves consecuencias en el Líbano. En las últimas 24 horas, el gobierno libanés ha reportado al menos 95 muertos y 172 heridos, víctimas de los bombardeos israelíes que han afectado principalmente el Valle de la Bekaa y Nabateh.