El conflicto en Líbano se ha intensificado tras una serie de bombardeos israelíes que han dejado casi 60 muertos, en un ataque dirigido contra el grupo Hezbolá. Esta escalada de violencia se produce dos días después del asesinato de su líder, Hasán Nasralá, junto con otros miembros de la organización, en un bombardeo previo.
Los ataques de este domingo han afectado principalmente a los suburbios del sur de Beirut, conocido bastión de Hezbolá. Testigos informaron sobre fuertes explosiones y columnas de humo elevándose de la zona, lo que refleja la magnitud de la ofensiva militar. El cuerpo de Nasralá fue hallado y preparado para su funeral.
Además, Israel ha mantenido su campaña militar en otros frentes, atacando objetivos de los rebeldes hutíes en Yemen tras el lanzamiento de un misil hacia el aeropuerto de Tel Aviv, reivindicado por estos insurgentes proiraníes. Los bombardeos en territorio de Yemen han dejado al menos cuatro muertos, según medios locales.
RESCATISTAS FALLECIDOS
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha advertido que ningún lugar está demasiado lejos para las fuerzas israelíes, lo que subraya la creciente tensión en la región. La situación humanitaria se agrava con el número de rescatistas que han perdido la vida en los recientes ataques por parte de Israel.
