El Tribunal Supremo de Brasil ratificó este lunes, por unanimidad, la suspensión de la red social X, anteriormente conocida como Twitter, tras una serie de desacatos del empresario Elon Musk a las decisiones de la corte. La medida, que entró en vigor gradualmente desde la madrugada del pasado sábado, se mantendrá hasta que la plataforma cumpla con todas las órdenes emitidas por la justicia brasileña. La decisión fue tomada por los cinco magistrados de la primera sala del Supremo, encabezados por el juez Alexandre de Moraes, quien ha sido objeto de ataques constantes por parte de Musk en su propia red social.
El Tribunal acusa a Musk de facilitar un ambiente de “total impunidad” y una "tierra sin ley" debido a que se negó a acatar las órdenes judiciales y el pago de multas. Se acusó también al dueño de Tesla de permitir la masiva difusión de discursos nazis, racistas y antidemocráticos, además, se acusó que la plataforma se ha convertido en un espacio propicio para la actuación de grupos extremistas y milicias digitales, lo que representa una amenaza a la democracia y sus instituciones.
DESACATOS Y MULTAS MILLONARIAS A MUSK
La sentencia del Supremo destaca los reiterados incumplimientos de las órdenes judiciales y el no pago de multas, que ascienden a unos cuatro millones de dólares. Según el magistrado Alexandre de Moraes, Musk ha actuado de manera “consciente y voluntaria” al desacatar las decisiones judiciales. El magnate incluso retiró a sus representantes legales del país, alegando que estaban bajo amenaza de encarcelamiento.
La medida del Supremo, respaldada por todos sus miembros, busca no solo sancionar a la red social, sino también evitar la manipulación de información en la campaña para las elecciones municipales de octubre, un proceso que ya ha despertado tensiones entre la extrema derecha, liderada por Jair Bolsonaro, y el gobierno progresista de Luiz Inácio Lula da Silva.
Además de la suspensión de X, el conflicto se ha extendido a Starlink, la compañía de internet satelital también propiedad de Musk. Las cuentas de Starlink han sido bloqueadas para asegurar el pago de las multas impuestas a la red social X. A pesar de ello, Starlink ha anunciado que no cumplirá con la suspensión mientras sus cuentas continúen bloqueadas, abriendo otro frente de batalla legal.
La decisión del Supremo ha polarizado aún más a la opinión pública brasileña. Mientras Bolsonaro condena la medida como una “persecución ideológica”, Lula ha insistido en que todas las empresas extranjeras deben respetar las leyes del país. Esta suspensión se enmarca en los esfuerzos de las autoridades judiciales por evitar que la desinformación y el discurso de odio dominen las próximas elecciones, tal como ocurrió en los comicios presidenciales de 2018.