Una situación inusual tuvo lugar en una residencia de San Diego, California. Un ladrón irrumpió en la casa con la intención de robar, pero se detuvo a acariciar al perro guardián de la vivienda que lo sorprendió.
El delincuente había ingresado a la vivienda y pronto se sumó a su botín una bicicleta valorada en 1,300 dólares. Sin embargo, se vio sorprendido cara a cara con el perro guardián de la casa y en lugar de asustarse y huir el hombre decidió detenerse y acariciar al perro.
Tal fue el agradable encuentro que el perro pareció olvidar su labor como guardián y lamió incluso el rostro del invasor desatando ternura. Tras compartir unos momentos con el perro, el hombre decidió se despedirse de su nuevo amigo y le movió la cola en un gesto de adiós.
LADRÓN LOGRÓ HUIR
Finalmente, el ladrón logró huir del lugar con la bicicleta. Por el momento, no se tienen datos precisos acerca de si las autoridades han logrado identificar al ladrón a través de grabaciones de seguridad o si el propietario pudo recuperar la bicicleta.