El aspartamo, edulcorante químico que no contiene azúcar y que ha sido ampliamente usado como sustituto de ésta, podría ser mucho más peligroso de lo que se pensaba. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) calificaron esta sustancia como posiblemente carcinógeno para los seres humanos.
De acuerdo a los estudios, hay evidencia limitada sobre su carcinogenicidad en los seres humanos, por lo que el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos de Aditivos Alimentarios (JECFA) dio que la ingesta diaria admisible del producto es de 40 mg/kg de peso corporal.
“Las evaluaciones del aspartamo han revelado que, si bien la inocuidad no preocupa de forma destacada en las dosis de consumo habitual de este producto, se han descrito posibles efectos que deben investigarse en más estudios y de mejor calidad”, señaló Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición e Inocuidad de los Alimentos de la OMS.
"Las conclusiones de evidencia limitada de carcinogenicidad en los seres humanos y los animales, y de evidencia causal limitada sobre cómo puede producirse la carcinogenicidad, subrayan la necesidad de seguir investigando para poder comprender mejor si el consumo de aspartamo constituye un peligro carcinógeno", dijo Mary Schubauer-Berigan, del programa Monografías del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC).
Tanto la CIIC y la OMS continuarán investigando y se realicen más estudios sobre el posible vínculo entre la exposición al aspartamo y los efectos en la salud.
¿DÓNDE SE ENCUENTRA EL ASPARTAMO?
El edulcorante artificial es ampliamente utilizado en diversos alimentos y bebidas desde la década de 1980, por ejemplo en bebidas dietéticas, goma de mascar, gelatina, helados, productos lácteos como yogur, cereales, dentífricos, medicamentos, entre otros.