Este miércoles, un equipo especial de la policía nacional surcoreana ha llevado a cabo redadas en la sede de la policía metropolitana de Seúl, en la comisaría, en la estación de bomberos y el ayuntamiento de Yongsan, donde se produjo la estampida durante las celebraciones de Halloween, a fin de esclarecer los posibles fallos que derivaron en la tragedia.
La División de Investigaciones Especiales de las fuerzas de seguridad nacionales ejecutó estas batidas tras conocerse que hubo varias llamadas a los servicios de emergencia alertando de la situación de peligro para la multitud que se concentraba el pasado fin de semana en Seúl, horas antes de que murieran 153 personas en una avalancha.
La investigación tratará de determinar la responsabilidad de la policía, los bomberos y la administración locales por la aparente inacción tras las citadas llamadas, en las que se alertaba de la situación caótica y peligrosa en la zona durante las celebraciones de Halloween.
