Con 3 865 contagios por COVID-19, este jueves Tokio registró un nuevo récord que supone prácticamente el doble que una semana antes, mientras la capital nipona acoge unos Juegos Olímpicos en formato burbuja.
Dicho repunte se debe principalmente a la propagación de las nuevas y más contagiosas variantes, como la delta, y afecta sobre todo a personas menores de 60 años, con menor tasa de vacunación.
Sin embargo, las autoridades niegan que este auge tenga que ver con la celebración del evento deportivo que se desarrolla entre fuertes restricciones. Además, planean ampliar el estado de emergencia sanitaria vigente en Tokio a las regiones colindantes.
No obstante, algunos expertos hablan de un "efecto olímpico", que haría que los ciudadanos salgan más de casa y se reúnan con familiares y amigos.
Shigeru Omi, quien encabeza el panel que asesora al Gobierno, citó entre los factores del auge del virus el hecho de que "la gente ya está acostumbrada al COVID", y esta época del año, donde coinciden vacaciones escolares, celebraciones familiares y los Juegos.