Tras ser descubierto mirando pornografía a altas horas de la noche en su casa, un adolescente fue exiliado, junto con su familia, a un campo de trabajo forzado bajo la “ley del pensamiento antirreaccionario”, que establece para estos casos una pena de entre 5 y 15 años.
El régimen de Corea del Norte, liderado por Kim Jong-un, considera esa clase de comportamientos como “desviados”, por lo que cuenta con grupos encargados de monitorear casos sospechosos. Incluso pueden ingresa violentamente a las casas para cumplir con su labor.
Según informó DailyNK, las represalias llegaron hasta el colegio del menor, donde el director recibió un “castigo revolucionario” por no saber guiar al estudiante. La norma también prevé multas de 100.000 a 200.000 wons norcoreanos, para los profesores del muchacho.