En Kenia, unos cazadores furtivos asesinaron a una rara jirafa blanca y a su cría. Era una especie única que carecía de los colores propios de la especie debido a una condición genética conocida como leucismo.
“Hoy es un día muy triste para la comunidad de Ijara y Kenia en general”. Con estas palabras los responsables de la reserva de Ishaqbini Hirola han informado del asesinato de dos especímenes prácticamente únicos en el país: una jirafa blanca y su cría.
El gerente de este espacio natural ha sido el encargado de explicar que unos guardabosques y residentes locales hallaron los cadáveres de las dos jirafas tras una intensa y larga búsqueda.
Cabe indicar que la singularidad de estos animales causaron sensación en 2017 hasta el punto de hacerse viral. Ahora ya no se volverán a ver paseando por la reserva.