Durante la última prueba antes del envío programado en unos meses de un equipo de la Nasa a la Estación Espacial Internacional (ISS), el SpaceX logró simular con éxito la expulsión de emergencia de astronautas de un cohete momentos después del lanzamiento, según una transmisión en vivo de la prueba.
El lanzamiento de prueba, sin ningún tripulante a bordo, se realizó en el Centro Espacial Kennedy en Florida con el despegue de un cohete Falcon 9, en la parte superior de la cual se adjuntó la nueva cápsula de SpaceX, Crew Dragon.
A una altitud de aproximadamente 19 kilómetros sobre el Atlántico, a un minuto y 24 segundos después del despegue y a mientras el cohete viajaba a 1.500 km/h, se activó una secuencia de abandono para simular una anomalía.
La cápsula encendió sus poderosos propulsores SuperDraco para expulsarlos del cohete y distanciarse de él lo más rápido posible.
Cabe señalar que en una misión tripulada, esto salvaría a los astronautas dentro de Dragon, en caso de que el cohete alguna vez tenga un problema o siga una mala trayectoria.