En Irak, el primer ministro Adel Abdelmahdi, ha anunciado que va a presentar su dimisión al Parlamento. Esta era una las exigencias de las protestas populares que desde hace casi dos meses reclaman la reforma del sistema político establecido tras el derribo de Sadam Husein en 2003. Tras los 68 muertos el jueves en la represión de las protestas y el sermón del gran ayatolá Ali Sistani en el que pidió que el Parlamento le retire la confianza al Gobierno tras vivir la jornada más sangrienta desde que empezaron las manifestaciones que ya dejan 400 personas fallecidas.
La noticia del cese de Abdelmahdi ha desatado una explosión de júbilo en la plaza de Tahrir de Bagdad, origen de las protestas que desde el 1 de octubre se han extendido por todo el sur de esa nación.
Cabe indicar que Irak, que se encuentra inmerso en protestas antigubernamentales desde principios de octubre, vivió ayer una de sus jornadas de mayor represión, con al menos cuarenta y tres muertos en Nasiriya, Bagdad y Nayaf.