En Estados Unidos, una mujer y su exnovio discutían en su auto hace dos años cuando la ventana del lado del conductor se quebró y ella se desmayó.
Cuando volvió en sí, la mujer estaba en el vehículo de él, no en el suyo, y fueron a la casa de la madre del novio porque tenía una herida en la cabeza y pensó que se había cortado con un vidrio. Pero Jerrontae Cain, su exnovio, le había disparado.
Cain fue condenado, el pasado jueves, a 25 años de prisión por varios delitos, entre ellos asalto agravado con un arma mortal y posesión de un arma de fuego por un delincuente. Asimismo, había sido condenado por agresión sexual grave en 2010.
La mujer se quedó en casa de la madre de Cain, durante un mes después del tiroteo en 2017, sufriendo dolores de cabeza severos, lidiando con la pérdida de memoria y teniendo problemas cuando trataba de hablar. En junio de ese año, un amigo la llevó al hospital.
Los médicos del Centro Médico de Atlanta encontraron una bala en la parte posterior de su cráneo, la cual tendría que permanecer allí porque tratar de sacarla podría acabar con su vida.
El personal del hospital alertó a los investigadores y la mujer les señaló que no recordaba haber recibido un disparo, solo se acordaba de que la ventana se había roto.
De inmediato, las autoridades emitieron una orden de arresto, pero Cain no fue capturado hasta enero de 2019. El acusado fue sentenciado a cinco años de libertad condicional a ser cumplidos después de su condena en prisión.