Argentina fue declarada por ley, en Emergencia Alimentaria hasta 2022. En una sesión que duró poco menos de cuatro horas y en la que no se registraron discusiones entre los legisladores, el Senado convirtió en ley la prórroga por unanimidad con 61 votos a favor.
El contexto de la ley es de extrema gravedad ya que la última estadística oficial en esa nación cifró en 32% la pobreza, el mismo porcentaje que Mauricio Macri encontró cuando sucedió al kirchnerismo en diciembre de 2015. La depreciación acelerada del peso argentino disparó la inflación de agosto hasta 4% y las previsiones de septiembre ya cifran la subida de precios en alrededor de seis puntos.
Por otro lado la oficina de estadísticas oficiales, el INDEC, determinó que la canasta básica alimentaria, aquella que se define por el consumo mínimo de proteínas necesarias para una familia tipo, subió en agosto 3,8% con respecto a julio y 58,8% en términos interanuales.
En el Congreso argentino, el Senado aprobó con los votos del oficialismo y la oposición una norma que sube 50% los fondos que el Estado destina a los comedores populares en esa nación, un reclamo, que tiene muchos años, de los movimientos sociales que los administran.
Cabe señalar que durante las últimas semanas, el gobierno argentino anunció negociaciones para refinanciar la deuda de 57.000 millones de dólares contraída con el FMI y con los tenedores privados de bonos, congeló el precio de los servicios públicos y los combustibles, redujo impuestos a la clase media y repartió dinero extra entre los más necesitados.