Un estudio recién publicado en Arxiv.org por investigadores de la Universidad de Las Vegas sostiene que deberíamos replantear la cuestión del agua, tanto en la Tierra como en los mundos helados de nuestro sistema solar y en los demás planetas descubiertos hasta ahora. El acceso al agua se ha convertido en un desafío de primer orden para la humanidad y lo seguirá siendo en las próximas décadas. Con el cambio climático y el progresivo calentamiento global el planeta tendrá un grave impacto en los recursos hídricos.
Por ello descubrir nuevas fuentes de agua y presuponer que aún queda mucha por detectar siempre es una buena noticia, en especial para los países más azotados por la sequía.
Según los investigadores, en efecto, en nuestro propio mundo podría haber mucha más agua de la que pensamos, mientras que, al contrario, el preciado líquido sería más escaso de lo que creemos en muchos mundos helados. La razón para que esto sea así está en el hielo o, más propiamente, en su estructura y es que existen dos formas de hacer hielo: bajando la temperatura, como sucede en un congelador, o aumentando la presión, comprimiendo el agua hasta que se convierte en un sólido.
Los investigadores señalan que el hallazgo implica que aquí, en la Tierra, el agua podría existir incluso a grandes profundidades, en el manto, mucho más “enterrada” de lo se piensa, en otras palabras podrían existir antiguas y enormes reservas de agua aún no descubiertas a muchos kilómetros bajo del suelo que conocemos.