En un hangar de Tajoura, al este de Trípoli, Libia, se mantenían alrededor de 120 migrantes y refugiados, quienes fueron víctimas de un ataque aéreo. Este, según el Gobierno de Unidad Nacional (GNA), estaría a manos del criminal rebelde Jalifa Haftar.
Haftar junto a sus tropas venían prometiendo intensificar los ataques contra posiciones del gobierno debido a la reciente pérdida de control de la ciudad de Gharyan por lo que este último podría atribuírsele.
En un comunicado, el GNA denunció lo que calificó como "un crimen de odio" y lo vinculó "al criminal de guerra Jalifa Haftar". En su nota, el GNA acusó a las tropas de Haftar de haber perpetrado un ataque "premeditado" y "preciso" contra el centro de migrantes.
En su cuenta de Twitter, la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados indicó la "extrema preocupación" por las informaciones sobre el ataque, que representaría "la muerte de refugiados y migrantes".