Un estudio realizado por la Universidad Libre de Berlín apoyado por la Agencia Mundial Antidopaje demostró por primera vez que la espinaca contiene una sustancia que aumenta el rendimiento deportivo, por lo que se recomendó que se la incluya en la lista de sustancias prohibidas por dopaje.
En la investigación se administró una sustancia conocida como ecdisterona a un grupo de deportistas durante diez semanas. El aumento de rendimiento en comparación con el grupo al que se administró un placebo fue de tres veces mayor.
Este estudio vino motivado por el uso de esta sustancia en el deporte ruso. En los últimos años se han lanzado al mercado suplementos dietéticos que la contienen, publicitando la mejora que produce en el rendimiento, así como sus ventajas respecto a la recuperación o la fatiga en los entrenamientos.