Las víctimas acusan a curas de distintas parroquias de Italia de estar involucrados en orgías sexuales, videos pornográficos y prostitución. Las denuncias desafían los altos estándares que el Sumo Pontífice exige del clero.
En la ciudad de Nápoles, un sacerdote quedó suspendido de la parroquia de Santa Maria degli Angeli tras conocerse su implicación en orgías gays y en el uso de sitios de internet para reclutar a nuevos participantes, en su mayoría jóvenes.
Otro caso es el de la ciudad de Padua, donde Andrea Contin, un clérigo de 48 años ha sido acusado de tener más de 30 amantes, a las que mantenía con dinero de la iglesia. El sacerdote fue expulsado de su parroquia de San Lazzaro, según informa usatoday.com.
Una mujer que asegura haber sido amante de Contin durante más de tres años, afirmó que el sacerdote llevaba juguetes sexuales a los encuentros, equipo de esclavitud y prostituía a sus amantes a través de sitios web. Además, invitaba a otros sacerdotes a fiestas sexuales.
Desde que el San Padre fue elegido, el 13 de marzo de 2013, ha optado por una línea estricta en el comportamiento ético de la Iglesia, aunque también reconoce la imperfección humana y los defectos personales.
Además, Francisco ha solicitado un proceso de selección más riguroso para los seminaristas, y ha tomado medidas directas en el momento que han surgido estos escándalos en Italia.
